sábado, 2 de octubre de 2010

“El quehacer del orientador”



La Orientación está muy vinculada con la asistencia al individuo, la familia, los grupos, a través de la relación que pueda existir entre el orientado y el orientador, y para que este proceso se logre hace falta ciertas condiciones como:




  • Entender los problemas y situaciones interpersonales de los orientadores.



  • Definir metas y tomar decisiones pertinentes



  • Planear cursos de acción reflejando necesidades, intereses, competencias y habilidades de los individuos, familia o grupos.


Usar los recursos informales y comunicacionales así como los procedimientos profesionales relacionados con el desarrollo y el ajuste personal, emocional y vocacional.
Los orientadores tienen como propósito principal orientar al individuo en los problemas inter e intra personales, en el proceso de toma de decisiones, desarrollo humano, en la conducta del individuo, adquisición y desarrollo del bienestar personal. El orientador asiste al individuo para que logre un crecimiento saludable, capacitándolo para enfrentar aquellas situaciones, problemas u obstáculos que suelen presentarse durante su desarrollo.
Por otra parte, la asistencia del orientador en el escenario educativo comprende una serie de funciones planificadas para producir cambios en los orientados, a nivel individual, grupal u organizacional. Está asistencia puede ser de carácter curativa o remedial, preventiva, de desarrollo o de asesoramiento. Estas funciones sugieren un papel tanto reactivo como proactivo por parte del orientador. Tradicionalmente al Orientador se le ha ubicado en un papel esencialmente reactivo, esto es, atender al orientado solo después de la existencia de un problema, cuando éste recurre en la búsqueda de su ayuda. Actualmente se reconoce la existencia de otras funciones del que hacer del orientador como la prevención de problemas, la promoción del desarrollo positivo en el individuo.

Esta concepción permite caracterizar la naturaleza de la profesión del Orientador sustentada por el componente “relaciones interpersonales” fundamentalmente. La connotación de interpersonal nos ilustra que el acto orientador es una conexión significativamente humana y evidente. Es una operación liberadora, de aprehensiones y de limitaciones. Es un acto constructivo y creativo de expectativas. En ese encuentro uno de los factores intenta promocionar, conservar y estimular el desarrollo y crecimiento del otro factor, en el abordaje de aquellos asuntos personales que les compete. Dicha noción de las relaciones interpersonales tiene grandes implicaciones para el problema de la formación del orientador. Está claro que el componente interpersonal exige al estudiante de Orientación la obtención y ampliación de competencias internamente relacionadas a su persona, a su comportamiento y formas de expresión, y muy particularmente a la manera subjetiva de ver el mundo y las relaciones interpersonales que en éste se efectúa.
Por consiguiente, formar orientadores es una tarea compleja por cuanto al trabajo profesional de los orientadores se basa en los procesos humanos, como individuo y como ser social, así que el aspirante a orientador requiere de un esfuerzo personal y intenso en el ámbito intelectual, emocional y de actuación en la tarea de adquirir las competencias para el ejercicio de la profesión. Para el futuro orientador, es vital para su acción profesional en el trabajo con las personas y los grupos, que también adquiera una serie de habilidades “personales, cognitivas, emocionales, relacionales y de actuación que soporten la utilización experta de las teorías, modelos, técnicas y estrategias que integrarán su repertorio profesional”.
En estas consideraciones aparece el componente ético y moral que debe privar entre las personas, en particular en una actividad tan significativa para la conducta social como es la Orientación, que al fin al cabo trata fundamentalmente de acciones humanas que tiene lugar en situaciones sociales concretas. Así en la práctica de la Orientación, sobre todo mayormente educativa, el concepto de “nosotros” significa el reconocimiento de igualdad, pluralidad compartida y respeto por la dignidad humana.